La tradición de la “palma blanca de Domingo de Ramos” se origina en Elche, donde hortolanos palmeros trabajan la palmera datilera (Phoenix dactyl2ifera L.) en distintas épocas del año para la obtención de las “palmas blancas”, que posteriormente, los artesanos rizarán con sus manos para obtener las bonitas “palmas de Domingo de Ramos” confeccionadas con adornos.
Las palmeras se encuentran en distintos Huertos dentro de el “Palmeral de Elche”, un espacio natural protegido dentro de la ciudad, declarado “Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO” desde el año 2000.
Se trata del el palmeral más grande de Europa y cuenta con una mayor cantidad de palmera del tipo datilera.
El proceso para la obtención de las “palmas de Elche” se inicia en otoño hasta final del invierno, cuando los hortolanos empiezan la faena de ñugar o ligar las hojas de la parte inferior de la copa de la palmera. Los palmeros realizan esta tarea desafiando la gravedad, y con cuerdas y otros menesteres, escalan el tronco de las palmeras para podarlas y ligar las palmas restantes.
Hasta bien entrado el verano, entre el mes de julio y finales de agosto, los palmeros volverán a escalar los troncos de las palmeras para encaperutxar, o tapar con un caperucho en forma de cono, las puntas del ramo atado para privarlas totalmente de luz. Con este proceso, tanto las palmas anteriormente ligadas como las nuevas que nacerán, no contendrán clorofila (pigmento verde) en su tejido y por tanto quedará la “palma blanca de Elche”.
Más adelante, sobre mediados de octubre, empieza la temporada de cortar la “palma blanca”. Los palmeros subirán por tercera vez a las palmeras para cortar y recolectar la “palma blanca”. Se cortarán cuidadosamente las “palmas blancas” de cada palmera y según el orden de la palmera que fue primero atada y encaperuchada. A medida que se van cortando, los palmeros van clasificando la “palma blanca” por sus cualidades según el criterio de la largada, el color y el propósito que tendrá.
Una vez en el taller, la “palma blanca” se cepilla una a una, se reclasifica y se limpia en balsas de gran tamaño. De este modo quedará lista para pasar a las manos del artesano para empezar al trenzado y confección de las “palmas de Semana Santa”.
El palmón es la “palma blanca” de mayor calidad clasificada incialmente y no es trenzada ni rizada.
Para la realización del ramo de la “palma de Domingo de Ramos”, el artesano deberá crear una estructura de palma sobre la cual irá cosiendo los adornos creados también con “palma blanca”, hasta confeccionar la “palma de Pascua”. Los modelos de palma pueden variar de tamaño, altura y complejidad.