Según el calendario litúrgico, la “Semana Santa” se encuentra dentro del tiempo de “Cuaresma”, el cual empieza el “Miércoles de ceniza” y termina el “Domingo de Resurrección”. Es dentro de este período que la tradición cristiana rememora la “entrada de Jesús a Jerusalén”, “la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo”.
El “Domingo de Ramos” da inicio a la “Semana Santa” y las actividades litúrgicas, como “procesiones y representaciones de la Pasión”, que se realizan durante la semana. Este período está marcado por la penitencia, la devoción y la reflexión y es representado con el color morado como símbolo de la sangre de Cristo.
El “Domingo de Ramos”, Jesucristo entró triunfante a Jerusalén recibido por una multitud de personas que lo esperaban con palmas, ramas de olivo y laurel. Actualmente, se da continuidad a la celebración de la entrada de Jesús con una misa donde esbeltos “palmones” y bonitas “palmas blancas rizadas” y trenzadas son bendecidos.
Las “palmas de Semana Santa” son, por lo general, regalo de la madrina y los abuelos a los niños y son ellos los que llevan “palmas y palmones” a la iglesia para su bendición. Los niños suelen llevar las “palmas blancas” y las niñas la “palma rizada”, trabajada por los artesanos. Se suelen adornar con dulces, lazos y rosarios en señal de devoción y abundancia.
Posteriormente a la bendición, las “palmas de Domingo de Ramos” bendecidas, se cuelgan en ventanas y balcones de las casas para contrarrestar los rayos y los posibles malos espíritus. La “palma blanca” bendecida se deja hasta el año siguiente, cuando “palmas y palmones” se queman para dar paso a las “palmas bendecidas” para el año siguiente.
En la procesión de este día se pueden ver palmas de hasta tres metros y de gran complejidad artística altura, normalmente llevadas por autoridades religiosas, que dotarán de gran solemnidad a la celebración del “Domingo de Ramos”.
La “Semana Santa” se caracteriza por la “Semana de la Pasión” que se centra en el “Jueves Santo” con la celebración de una eucaristía, el “Viernes Santo” representando la “Crucifixión de Jesucristo” y la “Resurrección de Jesús” en la vigilia del “Sábado Santo” al “Domingo de Resurrección” que da inicio al tiempo de “Pascua”, por eso también se llama “palma de Pascua”